30 de noviembre de 2006



Hombres: una crisis de identidad
Documentos TV - Noviembre 2006

He disfrutado con el programa de esta noche.
Es un tema antiguo para mí, siempre me interesó la cuestión del género, los roles sexuales y la diferencia entre hombres y mujeres. Si éramos distintos, por qué razón lo erámos, y qué hacer entonces.

Yo pensaba en la diferencia como algo negativo, me negaba a aceptarla, era una maldición impuesta, un abismo que no podía ser cruzado. Discutía con Teresa, una amiga de entonces, y ella lo tenía muy claro "los hombres sois diferentes" decía. Para mi esa diferencia era inaceptable, me quería convencer de que eran sólo tópicos, máscaras sociales. La clave estaba en una educación separada, los estereotipos antiguos... pero ahora pienso más bien que es una realidad.

Mi compañera, esa mujer que me sonríe cuando le hago bromas, ellas son diferentes.
Por supuesto que también existen los individuos, y que los hombres, mis amigos, tienen su personalidad. Pero hay algo que tenemos en común y que no compartimos con las mujeres.

Ese deseo - apetito sexual - ese gusto por la competición, por la lucha. La preferencia por el pensamiento analítico, un interés acusado por las máquinas. Son unos condicionantes comunes que me llevan a afirmar: Sí, es verdad, los hombres somos diferentes. Y hora además estamos en crisis.

Hemos de partir de esto que somos, de esa educación desigual y limitadora que los dos sexos hemos sufrido para construir una nueva identidad. Los hombres podemos ser gayeteros (Gay y Heteros) sin sentirnos rotos ni fragmentados en nuestro interior.

A lo mejor es necesario que nos juntemos para hablarlo. Reflexionar sobre lo que es ser hombre aquí y ahora.
Es necesario descubrir de una manera positiva y afirmadora nuestra condición masculina. Explorar la masculinidad y cómo podemos vivirla de forma creativa.La condición homosexual es un elemento también a tener en cuenta. Rol, género, preferencia sexual, conceptos que deben discutirse en los grupos de hombres.

A lo mejor también podemos aportar algo al movimiento feminista después de todo.

Asociación de hombres por la igualdad de género - Ahige

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Voy a hablar desde el único lugar que puedo hacerlo, es decir desde la mujer.
Hoy las mujeres trabajamos a la par del hombre, por supuesto con sueldos inferiores a igual tarea, somos las básicas responsables del hogar, que culturalmente y hasta biológicamente es nuestro elemento, estudiamos, crecimos y nos encontramos frente a la fatal crisis masculina. Entonces volviendo a no se qué arrebato femenino nos volvimos locas con el cuerpo, nos pusimos lolas, nos sacamos grasa sin olvidar la peluquería, las uñas esculpidas y toda la parafernalia fémina, para hallar un hombre que no nos da ni siquiera el abrazo contenedor que nos haga sentir seguras y lo que es peor a este monstruo masculino le dimos la teta nosotras.
Es para pensarlo muy seriamente.

Anónimo dijo...

"A lo mejor también podemos aportar algo al movimiento feminista"
Tal vez...
Biológicamente el hombre y la mijer son distintos, no sólo porque tienen un pene y dos pelotas sino porque por ejemplo pueden mirar un punto fijo a la distancia, pero tienen dificultades con el campo visual, entre otras diferencias, claro.
Por ejemplo la mujer no tiene tridimensionalidad, es por ello que le resulta tan dificultoso estacionar vehículos, entre otros reitero.
Así que si proyectamos esto podremos deducir qué difícil es cumplir un rol para el que biológicamente no estamos preparados.
Para que quede más claro, el hombre al mirar en línea recta obedece al mandato genético para el que estaba preparado que era cazar y llevar ese alimento a su clan.
La mujer, en cambio, tiene campo visual porque necesita mientras recolecta los frutos observar a su cría.
Y esa verborragia tan particular en nosotras viene de entonces donde se juntaban varias mujeres para hacer esa recolección.
Sumo este pequeño aporte.