22 de octubre de 2005

Internet: sinónimo de placer

El otro día fui a casa de un amigo, me abrió su mujer y, al preguntarle por su marido, me dijo algo exaltada: «Pues mira, está allí dentro con la novia». Ella se refería a que su esposo estaba cara al monitor conectado a Internet, pero para mi amiga era como si estuviera con la otra ya que pasaba más tiempo encadenado a la red que con ella.

Este es uno de los cambios que Internet está creando en este principio de siglo; por una parte favorece las relaciones personales ya que permite que personas, a miles de Km. de distancia, se relacionen, aunque sea por medio de un monitor; además es una forma de conocer gente y entablar nuevas amistades. La otra cara de la moneda, es cuando en una pareja alguno de los dos dedica demasiado tiempo a sentarse frente al ordenador ya que le suele proporcionar más placer que compartir el tiempo de ocio con su pareja.

Hace unos años cuando una buena parte del tiempo libre, sobre todo en invierno, lo dedicábamos a ver la tele había una gran diferencia con Internet ya que se podían sentar varias personas frente al televisor y, aunque se discutía por apoderarse del valioso mando, al menos servía para que una familia se reuniera en un mismo lugar.

Pero a partir de que Internet entra en un hogar, el individualismo crece de una forma desmesurada; la mayoría se olvida rápidamente de la tele basura y se enganchan a una red en la que encuentran más satisfacción que en cualquier otro lugar de la casa.

Quienes sucumben a las relaciones virtuales en el ciberespacio, en charlas en vivo o sitios de encuentros y de contactos donde resulta muy fácil empezar una relación virtual, aunque muchas veces mintiendo sobre su edad, trabajo, peso y estado civil mantienen la ilusión afrodisíaca de ser todopoderosos, aunque las estadísticas dicen que los cibernautas que quedan para una cita real, normalmente, duran poco ya que el encuentro cara a cara suele ser bastante decepcionante.

Yo no quiero entrar en una valoración pura y dura, pero lo que veo bastante claro es que Internet va a proporcionarnos más cambios de los que nosotros nos hemos imaginado.


Natxo Monzó

1 comentario:

Josep Peig dijo...

Saludos, Emilio. Ya he aceptado tu invitación y a partir de ahora soy un miembro más del equipo.

A ver si hago un hueco y nos vemos un dia de estos.